Primero fabricantes como Tesla, y luego otras marcas como Xiaomi, han usado el término 'Smart driving' (conducción inteligente) y 'autonomous driving' (conducción autónoma) para describir características de sus EVs o vehículos eléctricos. Pero China no quiere, y ha prohibido a sus compañías el uso de esos términos.
Xiaomi ya lo ha puesto en práctica, y si ahora reservas un Xiaomi SU7, verás que el término ha cambiado a 'conducción asistida'. ¿El motivo? Precisamente, por Xiaomi, pero también para evitar problemas.
El accidente del Xiaomi SU7 Ultra que lo ha cambiado todo
Hace unas semanas, un Xiaomi SU7 se vio implicado en un terrible accidente de tráfico en las carreteras chinas en el que murieron incineradas tres personas. Aunque no era el primero de un coche eléctrico, sí que su gravedad desencadenó una preocupación generalizada en el país sobre la seguridad de los vehículos eléctricos.

Los resultados preliminares mostraron que el coche Xiaomi se incendió después de golpear un poste de cemento junto a la carretera a una velocidad de 97 kph (60 mph), segundos después de que su conductor tomara el control del sistema avanzado de asistencia a la conducción (ADAS).
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información chino celebró una reunión el pasado miércoles con cerca de 60 representantes de fabricantes de automóviles del país. Según una transcripción vista por Reuters y confirmada por uno de los asistentes, el organismo comunicó a las marcas el mandato sobre los nuevos requisitos que fueron publicados en febrero, sobre las actualizaciones tecnológicas de vehículos inteligentes y conectados, relacionadas con el tipo de conducción.

Qué son los ADAS
Los ADAS o Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción (tal y como la DGT española los define), son sistemas que utilizan tecnología para asistir al conductor durante la conducción, mejorando la seguridad y la experiencia al volante. Estos sistemas pueden incluir cámaras, radares, sensores y otros dispositivos para detectar peligros y tomar medidas preventivas.
Según la norma actualizada:
"Los fabricantes de automóviles ya no pueden probar y mejorar sus ADAS mediante actualizaciones de software a distancia para vehículos ya entregados a los clientes sin aprobación".

Ahora se les exige que realicen pruebas suficientes para verificar la fiabilidad y obtener la aprobación de las autoridades antes de lanzar las actualizaciones.
La medida reglamentaria ha llegado cuando los fabricantes de automóviles se han apresurado a lanzar nuevos modelos equipados con ADAS, usando la capacidad de "conducción inteligente" de sus modelos como un punto clave de venta para luchar, como reseña Reuters, contra "una brutal guerra de precios que se ha extendido a un tercer año en el mercado de automóviles más grande del mundo", el de China.
Los cinco grados de la conducción autónoma
Existen 6 niveles de la llamada 'Conducción Autónoma':

Nivel 0: sin autonomía
- Control manual. El conductor realiza todas las tareas de conducción (dirección, aceleración, frenado, etc).
Nivel 1: Asistencia del conductor
- El vehículo cuenta con un único sistema automatizado (por ejemplo, controla la velocidad a través del control de crucero).
Nivel 2: Autonomía parcial
- ADAS. El vehículo puede realizar la dirección y aceleración. El humano aún monitorea todas las tareas y puede tomar el control en cualquier momento.
Nivel 3: Autonomía condicional
- Capacidades de detección ambiental. El vehículo puede realizar la mayoría de las tareas de conducción, pero aún se requiere la anulación humana.
Nivel 4: Autonomía alta
- El vehículo realiza todas las tareas de conducción bajo circunstancias específicas. Se requiere geofencing -tecnología que utiliza la geolocalización de dispositivos móviles para crear límites virtuales alrededor de áreas geográficas específicas. La anulación humana sigue siendo una opción.
Nivel 5: Completamente autónomo
- El vehículo realiza todas las tareas de conducción bajo todas las condiciones. No se requiere ninguna atención o interacción humana.

Conducción asistida sí, conducción autónoma no
El Centro de Investigación sobre Seguridad del Tráfico del Ministerio de Seguridad Pública chino declaró que:
"Los fabricantes de automóviles que engañen a los consumidores falsificando o exagerando las funciones de conducción asistida en los anuncios podrían enfrentarse a multas de entre cinco y diez veces la tarifa publicitaria o a la revocación de su licencia comercial, citando la ley china sobre publicidad".
La publicidad falsa de una función de conducción asistida podría constituir una infracción penal cuando provoque consecuencias graves, como accidentes de tráfico con víctimas, señala el centro de investigación en un artículo, en el que advierte de que los autores pueden ser condenados a menos de dos años de cárcel.

Y es que, sobre todo con el desconocimiento actual, si te compras un coche que te lo han vendido con la función de 'conducción autónoma', piensas que el vehículo puede conducirse a sí mismo sin problemas. Y esto es lo que provoca accidentes como el del SU7. Por ello, China quiere evitar más, y asegurarse que sus marcas sólo venden aquello que pueden montar en sus coches.
Vía | IT Home / DGT / Reuters / Race
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